Mis sueños de ser emprendedor bajo una
frase:
“Quien tropieza y no se cae, adelanta un
paso”
Muchas veces
nosotros los seres humanos pensamos que cuando nos suceden cosas que no son de
nuestro agrado, ya fracasamos, y es en ese preciso instante en donde tenemos
que tomar fuerzas de donde no las hay para seguir adelante. Está frase que se
menciona en el primer párrafo de este artículo, es una de tantas frases que
escuche desde niño, y siempre me preguntaba qué pasaría si sucediera lo
contrario, es decir si tropiezo y si me caigo, ¿Me quedaré en el suelo? ¿Me levantaré? y recorreré todo el camino que
falta por recorrer, de estas interrogantes las respuestas sólo la puedes saber
tu.
Yo he
tropezado, no una sino inmensidad de veces, y la diferencia estuvo en que tuve
el valor de levantarme y seguir.
Otras frases que
siempre escuche desde niño fueron:
- No se hizo el peldaño para descansar, sino para avanzar al siguiente.
- Los grandes éxitos nacen de las cenizas del fracaso.
Con estas y
otras tantas frases más empecé a caminar en mi vida. Siempre tuve la certeza de
que los estudios algún día me llevarían a un lugar, un lugar en donde cuando se
es niño (a) nunca nos imaginamos, pero como todo en la vida tiene un propósito,
cuando nacemos las cosas las hacemos por instintos o porque nuestros padres nos
guían, somos dependientes de ellos, y ya una vez crecemos empiezan las
interrogantes; ¿para donde voy? ¿Qué voy a obtener si continúo este camino? Y
la verdad es que llega un momento de nuestras vidas al que llamamos madurez, en
donde las indecisiones no se acaban pero son menos, o por lo menos tenemos la
capacidad de poder discernir entre lo que nos conviene o no, de lo contrario
buscar ayuda de profesionales en la materia para que nos orienten.
Me hice
bachiller en ciencias físicas y matemáticas por casualidad, luego entré a la
universidad estudiando una carrera que no tenía ni idea de lo que iba hacer al
terminarla, al cabo de año y medio me di cuenta del error que iba a cometer si
seguía avanzando, estudiaba Ingeniería Industrial, aparte de que no era bueno
con los números, era una carrera que había que dedicarle tiempo completo, y al
venir de una familia pobre, no contaba con los recursos para ir a estudiar, y no tenia ni ideas de cómo conseguiría el pasaje para trasladarme a la universidad, comprar
los útiles escolares entre otros menesteres de la vida estudiantil.
Duré seis años
para graduarme, y en ese ínterin pase por muchas dificultades, muchas veces
tuve que decidir en venir la mitad del camino a pies, y la otra mitad en
vehículo público, ya que el pasaje no me alcanzaba, tenía que utilizar copias
de libros porque el dinero no daba para comprar el original, y los trabajos
cada vez mas escasos, tuve que entrar a trabajar a la zona franca, en otros
lugares se les conoce como factoría, y cuando salía del trabajo me dirigía a la
universidad, eso agotaba cada vez mas mis deseos de continuar, pero como la
vida es así, no todos contamos con el apoyo que necesitamos para seguir
avanzando, y aun así eso no me detuvo, porque la vida es lo que uno construye día
a día.
Aunque no me gradué
con honores, mi vida profesional poco a poco iba a demostrar lo diferente que
puede ser una propuesta profesional convencional y una que no lo es, dicho esto
ya que en el año 2001 al concluir la licenciatura en mercadotecnia, carrera a
la que cambie por sobradas razones que más adelante abundaré sobre estas,
muchas personas me cuestionaban el porqué estudie una carrera que la mayoría de
las personas no saben de que se trata, y las personas que de verdad me quieren
se preguntaban y dónde conseguirá trabajo luego de terminar sus estudios. Lo
verdaderamente importante de todo esto es que 13 años después todavía esta
carrera sigue siendo una de las más demandadas en las universidades de la
República Dominicana y en Latino América.
Hoy en día en el
año 2015 estoy laborando para una importante empresa multinacional, que me ha
permitido desarrollarme cada día más y a la cual le agradezco el crecimiento
profesional y personal que he tenido.
Pese a todas las
dificultades que he tenido en el trajinar de mi vida adulta, entiendo que mi
frase favorita continua siendo “quien tropieza y no se cae adelanta un paso”,
yo por mi parte tropecé, caí, me levanté y continuo con la esperanza de seguir
descubriendo que quien tiene un espíritu emprendedor, donde otras personas ven
un fracaso, una vida rota, un desastre, yo veo una oportunidad, misma que me
permitirá a fuerza de voluntad, de trabajo, de ingenio, de un poquito de
suerte, con un poco de por favor, a abrir esa cerradura, ese pasillo que me
permitirá entrar y mantenerme en ese lugar donde aspiro estar y desarrollar a
otros para que permanezcan y mantengan sus sueños vivos, independencia laboral,
o (Emprendedurismo).
Original de:
Ángel Laucer Ortiz
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