Emprendiendo
a una edad temprana
Según un estudio realizado indica que
el 35% de los emprendedores inician en una edad temprana, antes de cumplir los
12 años ya los jóvenes están visualizando emprender un proyecto propio, debido
al gran impacto que ha tenido la tecnología en estos tiempos, y a la gran
versatilidad de la mujer de hoy en día.
Cuidar a los hermanitos, pasear los
perros del vecino, lavar el auto, vender limonada, cortar el césped, limpiar
zapatos, vender dulces, actuar en comerciales de televisión, películas, obras
de teatro, todas estas son tareas que
permiten que desde muy temprana edad se desarrolle la vena emprendedora que
todo ser humano lleva dentro. A parte de generar algo de efectivo para los
pequeños emprendedores de la casa, estas actividades pueden sentar la base para
cuando sean adultos, tengan menos miedos a enfrentarse a cambiar el mundo.
Otra forma de emprender de lo más
pequeños de la casa es desde el colegio, en donde se embarcan en proyectos que
conllevan investigación, o en algunos casos realización de actividades con
maquetas, o creación de robots, y un sin números de actividades practicas mas,
que despierta la curiosidad del niño y lo hace emprendedores desde el colegio.
En Latinoamérica es donde más casos de
emprender se dan a temprana edad, ya que los niños tienen que salir a las
calles a vender algunos productos fabricados en casa, y preparado por las
madres para lograr así poder garantizar la alimentación de la familia, debido
al bajo salario de los padres.
Cualquier edad es buena para
emprender, en mi hogar por ejemplo, todos tuvimos que emprender a temprana
edad, ya que mi madre era un ama de casa, y mi padre era militar y no contaba
con un salario competitivo que le permitiera cubrir las necesidades de seis
hijos y una esposa.
En mi caso particular salía con mis
hermanos mayores, teniendo yo alrededor de cinco años e íbamos por la parte
alta de la ciudad a limpiar zapatos, y en muchas ocasiones con hambre y frio, y
con el riesgo que implica dos niños solos en casa de gente adultas, gracias a
Dios nunca nos sucedió nada malo. Algunas veces sin éxito, es decir que nos íbamos
a la casa sin haber limpiado un par de zapatos, al otro día volvíamos a ver qué
encontrábamos, y en algunos momentos desilusionados por lo difícil que estaba
la calle, pero las ganas de llevar el dinero a la casa, nos hacia caminar y
caminar kilómetros, hasta encontrar a alguien que nos dijera que pasemos a
limpiar los zapatos de los señores de la casa.
El dinero que recaudábamos los
dividíamos entre los demás hermanitos, y en ocasiones llegábamos a recolectar
una gran cantidad de dinero que nos servía para comprar útiles escolares, salir
algunos domingos a algunas actividades que tenían costos de entradas, parques
de diversiones, lucha libre, etc.
Desde ese entonces, estuve claro en la
vida que había que estudiar y prepararse para ser alguien en el mañana.
La edad en la que decidamos emprender
no va a garantizar el éxito de nuestro negocio, pero si garantizará que el
propósito que te llevo a emprender sea de satisfacción para ti, y te logre
atrapar de tal forma que no haya tiempo para cuestionar cual fue la razón que
te llevo a esto.
Un artículo original de:
Ángel Laucer Ortiz
Facilitador de la Formación Profesional
Entrenador de Entrenadores
Maestría en Gerencia y Productividad
Postgrado en Alta Gestión Empresarial
Licenciado en Administración de Empresas
Licenciado en Mercadotecnia.
Fundador de la escuela de negocios: Laucer Consulting Group.
Contactos: angellaucer@gmail.com
PCS: 809-863-0759
http://angellaucer-facilitadorprofesional.blogspot.com/2015/05/el-joven-emprendedor.html
ResponderBorrar