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sábado, 19 de septiembre de 2020

¿Quédate en casa?


“El mito del Estado salvador y guardián de nuestro bienestar” 



 

Hoy,  15 de septiembre de 2020, escuchaba en un programa de tv., a un amigo-colega (abogado) y “analista político” exponer su punto de vista sobre el toque de queda decretado en R.D., y su consideración sobre la sensatez de dicha medida, respecto a los resultados positivos –en la “disminución” de los casos de contagiados de Covid-19-.

Lo que más llamó mi atención fue el hecho de que ese colega considera que el Estado y sus asesores médicos tienen la información privilegiada (monopolio de la verdad), que le permite determinar –de manera irrefutable- que la medida del toque de queda es una de las mejores medidas que puede tomar un gobierno para controlar y disminuir los casos de contagios, y con ello, evitar que el sistema de salud colapse si hay un rebrote o un incremento desproporcionado  de casos positivos de covid-19. Y además, dicho colega, critica las declaraciones que ha dado en estos días un ex Presidente de la República Dominicana, que ha sugerido la revisión de dicha medida (toque de queda), dado la gran cantidad de personas que están circulando en horas de la mañana y antes del toque de queda en el país, y la aparente normalidad con la que está haciendo su vida una parte importante del pueblo dominicano.

El colega refuta la sugerencia hecha por el ex presidente, sobre revisión de la factibilidad del mantenimiento del toque de queda, etiquetándola de declaraciones infundadas y desprovistas de todo rigor científico, bajo el entendido de que las mismas son fruto de observación empírica no avalada o sustentada en información estadística o científica. Y dice el apreciado colega que el Estado y sus asesores médicos (equipo de salud), sí tienen la información estadística y científica necesaria para mantener el toque de queda. Y que, básicamente, el Estado está para “protegernos” y evitar los contagios y muertes de las personas.

Al parecer existen muchas personas como el colega de referencia, que no obstante no ser ignorante, actúan como tal; ya que al momento de hacer sus análisis, solo analizan un lado de los hechos o de la realidad –el lado aparente-, que es el que ellos alcanzan a ver con su limitada y sesgada tendencia de análisis de los hechos; como acontece con los que ven una oportunidad de negocio con el escaparate roto del panadero en el relato de “la ventana rota”, del economista francés, Fréderic Bastiat. Y por ello no toleran las opiniones, análisis y posiciones de quienes como el ex presidente de R.D., tienen una visión o concepción distinta sobre la “eficacia” o “efectividad” que tiene la medida del toque de queda, respecto a la disminución de los casos de contagios del coronavirus.

Concepción particular del Estado. 

La posición del colega no es casual, dado que cuando se tiene una concepción particular, como la del distinguido colega, de que el “Estado” lo que quiere es “cuidarnos” y lo “mejor” para su pueblo, como lo querría un buen padre de familia (Estado paternalista), es obvio que cualquier política pública que provenga de quienes dirigen ese Estado, respecto del tema sanitario del coronavirus, contará con el beneplácito de los que celebran y propugna la perpetuidad del funesto Estado Paternalista, creador de pobres, ignorantes y borregos. Y por ello, también, siempre serán de opinión de que la salud está por encima de la economía, sin reparar, con su tozudez, que no se trata de si la salud está por encima de la economía o viceversa, sino, de que ambas son necesarias e inseparables; y que por tanto, el hecho de que la medida de toque de queda haya sido dispuesta por el gobierno (el Estado), que dicho sea de pasada son personas falibles quienes lo dirigen,  en modo alguno ello significa que no pueda ser revisada, vista y confrontada la abrumadora evidencia empírica de los hechos (la gran mayoría de las personas en las calles haciendo su vida normal). Y en consecuencia, de ser necesario, cambiar la estrategia fallida o defectuosa por otra más cónsona o amigable con la apertura de la economía y el concomitante combate a la pandemia para disminuir o reducir los casos de contagios (con el uso de mascarilla, lavado de mano y la “sugerencia” del consabido distanciamiento personal).

Finalmente, lo que más lamento es, que personas como mi colega, que se precian de intelectuales y demócratas, no toleren las opiniones y sugerencias de los demás, y se pierdan en lo claro al momento de hacer sus tendenciados análisis, y pretendan que el televidente sólo vea una parte de la moneda (de la realidad); y se le oculte de manera aviesa o por ignorancia, la otra parte de la moneda, de que con el supraindicado toque de queda y el cierre parcial de la economía por el coronavirus, al final ni habrá salud ni habrá economía. ¡Sin salud no hay economía y sin economía no hay salud! parece un trabalenguas, pero es la verdad monda y lironda que nos quieren ocultar los tecnócratas y burócratas del Estado paternalista, que justifican su intromisión en la vida de los ciudadanos bajo el falso alegato de que nos quieren proteger y cuidar, porque nosotros, según ellos, no podemos asumir esa responsabilidad de cuidado sin las directrices y acompañamiento del Estado. ¡Vaya usted a saber! ¡Hasta una otra próxima entrega!

       Santo Laucer Ortiz

Abogado Asesor y Litigante.

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